Salimos temprano. Las instrucciones marcan un destino que no figura en los mapas. La ciudad todavía duerme, mientras el campo se despierta. Cruzamos pueblitos, parajes, estaciones de tren. Alguien, en algún lugar, nos espera con la mesa puesta.
El almuerzo nos devuelve al letargo de los días sin obligaciones, sin horarios ni calendario. La siesta se encarga del resto.
El aire cargado de aroma a pan tostado nos despabila, mientras las últimas horas de la tarde se escurren por la ventana.
Y entonces volvemos a la ruta para desahecer el camino: cruzamos estaciones de tren, pueblitos, parajes.
Mientras el campo se duerme, y la ciudad se despierta.
Que lindo viaje!! mis mejores recuerdos, los veranos de infancia en el campo de mis abuelos...:Buen dia!!!! amo el campo, de hecho vivo en MDQ en un barrio alejado cerca del mar pero que es lo mas parecido al campo rodeada de verde! :)
ResponderEliminarQue lindo Vicky, que tus abuelos y tu infancia sigan latiendo en tu rincón verde, mil gracias por contarlo por acá. Besos!
Eliminarse respira olorcito a campo en tus fotos! divinas!
ResponderEliminarGracias Vero por venirte a dormir la siesta al campo!
EliminarVir, hermosas fotos!! simpleza que transmiten todo
ResponderEliminarJu vamos por un día de campo al aire libre: con tus recetas, mis fotos, y la mano de la maestra Patricia Courtois.
EliminarGracias por venir!
Me conmueve tu capacidad de rescate... Tu mirada en aquél instante que pudiste captar y en las palabras que envuelven la fota creando un cuadro perfecto! Hermoso!
ResponderEliminarGracias Grace...que más te puedo decir que no te haya dicho, gracias por el viaje eterno.
EliminarGenia total!!! esas fotos a contraluz donde sólo se ven los contornos de los animales y el trigo, son de una expresividad enorme!!! la vida es una sombra efímera y hermosa, y en tus fotos tiene tanto poder que se hace vívida!!! te felicito Virginia!!! abrazo y adelante!!!
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias por la compañía y el abrazo!
EliminarEl sonidos de la bocinas furiosas por estar detenidas en un mismo lugar durante un rato largo, queda atras, ya no se escuchan ni se ven los edificios que quieren tocar el cierlo, es por que el campo empieza a ser protagonista mientras el auto come kilometros hacia el horizonte, en el que esperan la paz de un buen pan horneado sobre la mesa, un perro cuidando una cerca y un pajaro malabarista sobre un cable.
ResponderEliminarMuy buenas fotos, nena!! ya agarre algunas!
Gracias Ivan, tus teclas van más rápido que mis obligaciones jaja!, por eso no respondo a tiempo. Llevate las que quieras, para eso están.
ResponderEliminarBeso!